domingo, 22 de julio de 2012

SOBRE LA PREPONDERANCIA DE LA INTERSUBJETIVIDAD EN EL ENCUENTRO CON LO DIVINO

Por Adrián R Méndez- Prof de Filosofía y Teología

                                                                                                                                       
En razón de caer en una ligera reflexion sobre los acontecimientos que estamos por vivir, que reiterativamente todos los años los catolicos asumimos como propios, siendo que pertecene al género humano en su conjunto, me rfiero a la conmemoracion celebrativa de los acontecimientos concernientes al misterio pascual, creo que es indispensable detenernos a revisar la validez o no de nuestros ritos.
No obstante, frente a tan arriesgada y confusa empresa, tan absurda como dificil, el camino mas escueto y sencillo, libre de obstáculos absurdos e ineficaces, seria el de caer en el error de los criticos por la critica misma, que reducen el análisis de las celebraciones litúrgicas a una simple cuestión del costumbrismo. No es esa  mi intencion, ya que bien sabido es por todos, que una de las características esenciales del catolicismo , es la practica ritual vacia de todo contenido y sentido. Es un carácter inhrente a la condición propia del amdamiaje cultural del culto romano.
Es fundamental destacar, que dado los rasgos culturales de oriente, los católicos y cristianos de esa parte del orbe, experimentan los avatares liturgicos desde otra perspectiva, e incluso, sostenidos desde otro punto de vista.
Pero tampoco este es el eje de especulacion. Si, si fuese considerado como el germen desde donde se desplegara una bateria conceptual, que allanará los senderos para un intento de analisis de la Revelacion del Ser ante los seres finitos, de ese encuentro Ontico-subjetivo entre El Creador y las creaturas, entre el Todo y los cuasi-todo.
Partiendo desde de la experiencia veterotestamentaria del Exodo, El Ser se Revela ante Moises como lo ineludible, como lo insondable, como aquello que ES por Excelencia. El tetragrama Sagrado representa entonces, la huella insondeable de la esencia divina, cuyo Ser en cuanto abarcación gnoseologica, es irreductible a la esencia de los seres. La zarza manifestada, es el encuentro entre diferentes, entre entidades incompatibles substancialmente. Es sin lugar a dudas,la puesta en escena de la mas clara antinomia Ontica.
No obstante a ello,la problemática de las diferencias no se acaba en este acto Revelador. De lo contrario, el Ser seria eternamente ocultado bajo las sombras de su indecibilidad a toda creatura que intentase algun tipo de accion cognitiva- contemplativa de su naturaleza peremne.
Quizás, el desarrollo en cuanto a lo expuesto por la teologia de la  revelación judaica, no sea lo suficientemente apto como para poder captar las dimensiones superlativas de la acción revelativa en si misma. La religiosidad oficial del tipo mosaica, considera como impronunciable el nombre de Dios y como una imposiblidad concreta la experiencia de la contemplación de su esencia en si. De hecho, según las directrices de su mitologia, ver a Dios implicaba el someterse a la muerte. Recordar, la cantidad de cosntrucciones simbolicas para describir el encuentro con el Ser, a tal punto que los géneros literarios de las distintas tradiciones veterortestamentarias han echado mano a multiples recuersios linguisticos. Quizas el mas claro ejemplo, y por ser este compartido con la tradición neotestamentaria de los sinópticos canónicos, sea el de los mensajeros Divinos, a quienes las distintas culturas asiaticas han denomina bajo el concepto de Angeles.
Nótese, la gran barrera entre el Ser y los seres, la abismal distancia que separa para el judaismo clasico ambas realidades. Quizás, este sea un acierto, dado las amplias brechas entre la Inmensidad de lo Divino, y las miserias humanas. No porque el ser humano sea necesariamente intrínsecamente perverso, sino porque aparece inherentemente en su limitada naturaleza, rasgos altamente cuestionables en relación a su comportamiento social, principalmente en la consideracion y el trato con sus semejantes. Eh aquí la clave de esta cuestión.
Es Ese Otro, el que esta proximo a mi, el que  pasa a ser en el marco del nuevo giro revelatorio, el Centro Esencial de la manifestacion Divina.
Ya ese Abstracto Ser, el del tetragrama sagrado, queda relegado en cuanto a su consideración ontologica. Deja de ser inalcansable, para trasformarse en análogo a las creaturas. Pero, esta nueva optica va mas alla de la encarnación misma del Verbo, tal como  lo expresa dogmática y rigidamente la tradición cristiana. La Encarnación en si, es un giro diferente en la inaccesibilidad de lo divino, pero no representa una nueva forma de acercamiento. Una entidad, dotada de dos naturalezas, degrada una de ellas, a saber la divina, pero esta misma categoria la hace ser substancialmente diferente a los humanos. El Cristo, no viene a significar el nuevo espacio y el mas optimo para el encuencuentro con El Ser. Es una manera Nueva que El Ser expresa para Revelarse, mas cercana a los seres, pero esencialmente continúa de esta manera, distante de ellos en relación a su naturaleza.
Ahora bien, será esta Nueva Entidad, esta forma distinta de manifestación del Ser, el Cristo, el que nos enseña el ambito y la realidad fundamental, en el cual El ser desplegará toda su fuerza y su energia, toda su realidad misma. Esa realidad, se encontrará en la Alteridad.
Será el Otro, el mas próximo a mi subjetividad, el llamado "Prójimo", el espacio Central en donde el Creador manifestará en forma completa su SER.
En la intersubjetividad, en el respeto, el servicio y el reconocimiento de ese Otro, el ser humano encontrará a su Creador, se comunicará con El, lo alabará. Cuando ese Otro, me acompañe, y ambos unamos nuestras ideas en tormo al Ser, la esencia Divina se pondra de manifiesto. Dos o tres reunidos en su nombre, implica directamente la presencia de Dios. Ya no se necesita del sacrificio, del rito vaciado de contenido, del simbolismo abstracto. El Ser está en la Alteridad, en el encuentro con el Otro, que además, puede ser un otro Cultural.
Amar esa alteridad, es amar a Dios mismo. Basta con revisar el primer punto del decálogo reformulado por Jesus. El sujeto, en mi propia subjetividad y en la alteridad, es el eje de toda actitud de acercamiento a la realidad Divina. Amar mi propio ser, implica amar el ser del Otro. Esta doble dimensión, conlleva radicalmente el amor a Dios. Quien no ama a su hermano-projimo, a quien ve, miente si dice que ama a Dios, a quien no ve, nos dice el nazareno.
Lo divino, adquiere una dimensión de tipo antropologica, sin que su Ser se degrade o pierda carga ontica. Será desde la nueva perspectiva revelacionista, la Alteridad misma el campo propicio y por excelencia de la manifestacion gloriosa del Creador. Este giro antropologico en la especulación teológica, no implica una especie de proyección y displiege de la subjetividad por sobre la noción de divinidad, tal como es el caso de los postulados de Feùrbach, sino que intenta llevar a mutación la radicalidad de los antagonismos entre Creador-creado. No existe ya tal abismo a partir de la tradición neotestamentaria, sino que la subletividad es la que adquiere ahora valor de divinidad.
Este ámbito, que combina lo sacro con lo profano, dada la inperfectibilidad humana, se plenifica en la comunión y el dialogo interpersonal. Es en ese juego de constantes interacciones entre los sujetos, donde lo Divino enseguese con su Luz de completa presencia. Es ese lanzarse a un vacio-lleno del Otro, el que me despeja el sendero directo a Lo divino, a lo plenamente perfecto. Esta divinización de la alteridad, complejiza las practicas sociales de los actores culturales, ya que toda actitud hacia cuanto sujeto existe en el devenir de la cotidianeidad, es un acercamiento al SER, una manera perfectible de rendirle culto, de honorificar la Presencia del Creador en la creatura. Y nuevamente ingresa en la escena la trilogia divina: YO, EL OTRO, EL, como una vanguardista apreciación de la Trinidad, pero que en este caso se funden en una sola realidad, el Ser. Hablar  sobre el Yo, sobre el Otro, y sobre el SER, es hablar de lo mismo: de la Divinidad en Concreto.
¿Que sentido tendra entonces, el culto ritual del cristianismo?. Mas alla de toda apreciación psicologica y antropológica, estas prácticas costumbristas, seguiran teniendo el valor subjetivo que cada individuo quiera otorgarle. También, nunca abandona su carácter netamente profano y pagano, el del interes del sometimiento, el de querer encadenar a los feligreses a los grilletes de miedo, la culpa y el terror. Cuando mas se pone el acento en estos aspectos, mas se somete al pùeblo, mas se toma por asalto la interioridad subjetiva de todo creyente. De hecho, el catolicismo principalmente y el resto de toda religion con poder mundano y temporal despues, ha utilizado y utiliza sus templos, como instrumentos de represión y prohibición de las naturales capacidades humanas. Y los ritos, cumplen el rol proponderante en esta parodia hipócrita de simular contacto con el Ser.
Mientras mas se encierren a los creyentes en los templos, para presenciar estos lamentables espectáculos cultuales, mas lejanos se los mantiene del verdadero espacio de manifestacion divina.:El Otro. Miremos el Cielo, pongámonos de rodillas, masquemos pan ácimo, recitemos plegarias memorizadas, escuchemos en silencio al que SABE, al ILUMINADO. Solo con esto nos basta. Sigamos cultivando la pequeña parcela de nuestra inexorable orbe, nuestras gentes, total, el que es distinto me contamina., mientras que  la Verdad esta en otro lugar.
Es evidente, que existe un estratagema oculto atrás de esos espiritus corruptos, que disfrasan sus corporeidades con onerosos harapos, que por lujosos no dejan de serlo. Esas pervertidas almas, mientras mas alejados puedan mantener del creador a sus subditos inconcientes, mas poder van adquiriendo y no solo en el plano del miedo verticalista a la jerarquia, sino ademas, en lo referente a lo estrictamente económico.
Es mucho mas sencillo, invitar a encontrarse con Dios en un templo, en una reunión paranoica de sus enfermisos y maníacos grupusculos o en algun evento redituable, que en el servicio incondicional al otro, al que sufre, al oprimido. Que escueto es el camino hacia el encuentro con el Ser llendo a visitar un lucrativo santuario, masacrando cuerpos en largas peregrinaciones, o levantando los brazos tras las verborragicas expresiones de un predicador o plelado sikario de lo pseudo Sagrado. Cuanto mas dificil es ponerse al lado del oprimido, del desterrado de nuestras sociedades efimeras, del olvidado entre los banales Becerros de Oro del vertigonoso vaiven de la nada circundante. Claro, si se predica que a Dios lo encontramos en el otro, se cierra el circulo vicioso de los interes espurios. ¿Como mantendrían al Vaticano, a sus medios de comunicación, a sus bancos, a sus empresas, a sus burguesas asociaciones y movimientos, a sus oligarquicos colegios?. Sin fieles sometidos a la mentira, como subssitirian sus lujosas  universidades de bajo nivel academico pero de altisimos aranceles, mas alejadas del pueblo que los hipocritas y farsantes clerigos.
Al ignorar el carácter sagrado de la Alteridad, se ignora el mismo mensaje de Jesus, se aplasta con tenacidad, al mismo espiritu evangelico, que intentó ser una ráfaga de oxigeno ignoto en medio de una cerrada nmentalidad judaica, que veia al SER  en las planicies de la mas absoluta abstracción. Si Jesus quizo mostrar otra imagen de Dios, es evidente que sus seguidores autodenominados oficiales, no tienen ni la remota noción sobre las caracteristicas de esta versión del Creador.
Ese acérrimo y falso espiritualismo, propio de la ortodoxia católica, no es mas que una manifestación absurda de una fe ciega, encerrada en oscuros dogmatismos y prescripciones represivas. Se han transformado en carceleros de la Verdad, en verdugos de la Divinidad, en aduladores absolutos de la parodia y la farsa de un fariseismo incongruente y obtuso.
Gastan sus conceptos en vacios discursos carentes de veracidad, en mensajes  absurdos, rebundando en temáticas inconsistentes, no solo  racional y lógicamente, sino por sobre todo, y lo que lo transforma en peor aun, sin ningún basamiento escriturístico. Solo sostienen sus afirmaciones erróneas y equivocas, en una supuesta tradición, tan apócrifa como sus formulaciones dogmáticas. Insisten con la ilegalidad del Aborto, con la Prohibición de anticonceptivos, con la abstinencia sexual, con el valor de la virginidad, con los supuestos Valores, con el Bien Absoluto. Verso y mas verso sin horizonte de sentido. Se acuerdan solo de hablar del Otro, cuando piden limosnas para los pobres, como una manifestacion mas de sus intrinseca hipocrecia, intentando vanamente limpiar sus asquerosas conciencias.
La impronta de la mácula profana, cerciona el alma de estos hacedores de mentiras, de estos artifices de la teatrilzacion de la vida, mitigando el auténtico dolor del oprimido, del que es Otro solo cuando necesitan explotarlo.
La mágica farsa de su pseudo-religión, que no los religa con nada mas que con el dinero y el poder temporal, los ha envuelto en una estructura de maldad y negatividad absoluta. Los ciclos en los que llevan torturando conciencias, los ha transformado en seres macabros, en idolatras de la doxa, en seguidores de una inicua ontologia. Se han ahogado en una inconciente masturbación perversa, en una especie de sensualismo liturgico.Alli, con un sociego efímero de esperanza cotidiana, se siguen interrogando sobre el valor de la vida, sobre el lugar del Bien, y a veces, cuando lo cronologico lo permite, abordan algun aspecto de la sustancialidad de la Alteridad, obviamente, modificado en pos de sus mas espurios intereses.
Agoreros de lo falso, no han podido aun descubrir el valor de la intersubjetividad, de la riqueza de la alteridad misma, esa que Levinas pudo comtemplar tras correr el velo de lo transitorio  y fugaz, y a la que estos mesianicos mutaron en subjetivismo nihilista.
Defensores de un solipsismo egoista y pragmático, se vuelcan a lo ritual como una salida del vacio existencial que les provoca la ausencia total de verdades reveladas, no porque no existan, sino porque no pueden comprenderla en plenitud.
En el Otro se Revela El Ser. Ese Otro que para Jesús eran los sumos sacerdotes y los romanos, y que para nosotros es la jerarquía eclesial y burguesa.También en ellos, aunque duela la Verdad, y nos deje la impresión de imposibilidad, también se encuentra lo Divino.
Dios es tan grande, que se hace presente aún en la ausencia.

Rosario, Lunes santo del 2006


  

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