En esta absurda sociedad , en la que
cotidianamente nos vemos en la banal y vacia necesidad de subsistir, de
encontranos con otros sujetos que ni siquiera son ya nuestros semejantes, porque
no podemos ser similares a nadie ( cuando pienso en esta idea, cuando mi
vaciado y abatido intelecto se revuelca
una y mil veces en ella, y la atraviesa como una zaeta la tentacion de querer ser racional, me
provoca mas que risa la insolita teoria de los cristianos, que sotienen que los
humanos son imagen y semejanza de su Creador. De ser asi, que ser tan
abobinable debe ser, a tal punto que no mereceria ser llamado dios) me pregunto
si sera posible continuar en medio de la farsa y la hipocrecia, en esta atroz escena
donde la mentira y el nihilismo se transmutan vertiginosamente, tan
enseguecedores, que no me dan la pauta de querer seguir caminando en medio de
ella.
El interrogante constante, es si de una vez y
para siempre, los pseudo seres mal llamados civilizados- todavía no se
comparados con quienes nos llaman de esa manera- , que habitamos esta orbe
pestilente, nos permiteremos el lujo de hacer un verdadero y substancial cambio.
Si, una autentica revolucion, que termine con el estiercol de la burguesia
dominante, de los terratenientes no ya de los campos atestados de vacas y soja
( a esos facilmente los podríamos "exterminar" con conceptos racionales )sino de la aparente
verdad, de ese mito axiológico, que se desprende de la terrorífica moral
cristiana, encarnada por sujetos pateticos y nefastos con apariencia de sabios
medievales.
Catolicos conservadores, nacionalistas,
oligarcas, fundamentalistas occidentales, integristas religiosos, clases medias con aspiración burguesa, xenofobos, etnocénticos, misóginos,homofóbicos, campesinos,
cria mierda de vacas y demas yerbas, son el obstaculo principal para llegar al
desarrollo progresivo de una autentica sociedad, en donde la justicia y la
equidad, terminen para siempre con la corrupción y la impunidad, con los
retrogados que aun hasta el dia de hoy, justifican con diversos artilugios
argumentativos, la represion y la discriminacion, herederos sin duda de los
genocidas del proceso.
Hoy,y mas que nunca hoy, en una era de
ostracismo y hermetismo politico, es la hora de hacer la Revolucion, de pensar
al menos siquiera, en la genesis de un cambio radical de este sistema opresivo.
Si no nos atrevemos a pensar en clave
revolucionaria, nuestro desenvolvimiento en la cotidianeidad, nuestro
despliegue subjetivo en el devenir de esta historia progresiva, y nuestra
existencia como tal, perderia el sentido de camino en accion, de lucha por SER.
Deambulariamos sin rumbo en un laberinto
simbolico de imágenes y gestos absurdos, carentes de significados, sumergidos en
iconos vacios de contenido, de monumentos nihilistas tan puros como las
perversas almas de los represores, o de los curas reprimidos y perversos que
fantasean con infantes o abusan de ellos.
La revolucion, es la clave para pensar
nuestro ser, nuestra subjetividad en medio de los avatares de la historia. Si
la posibilidad de ella esta ausente de nuetra razon, nuestra existencia como
seres sociales no tendria valor ni sentido alguno. Nuestro ser seria la
emulación de los mediocres, de los retrogradas.
Decia al finalizar la decada del sesenta, un
martir de la Iglesia, un verdadero creyente, uno de esos tipos que te hacen
poner en duda la no existencia de Dios, Camilo Torres, sacerdote colombiano,
que para ser cristiano habia que ser revolucionario, y que para ser
revolucionario, habia que hacer la revolucion.
Si un idealista a ultranza, como son todos
los sotienen creencias religiosas, era capaz de pronunciar tal sentencia, que
debemos hacer hacer acaso nosotros, que nos autoconvencemos que somos
intelectuales de izquierda.
Adrián R Méndez
Prof.en Filosofía y Teología
Rosario, Marzo 30 del 2006.
A seis de dias de haberse conmemorado el 30
aniversario del ultimo golpe militar en la Argentina
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